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jueves, 12 de febrero de 2015

Hoy va de fábulas, de aquellas de la escuela

FÁBULAS VARIAS APRENDIDAS EN LA ESCUELA





Quiero recordar aquí las fábulas que se me quedaron en la memoria cuando iba a la escuela (las pocas veces que no hacía novillos escondiéndome en el Cerrete hasta juntarme con los demás cuando salían). Las escribo tal como las recuerdo y creo que mi memoria es, sorprendentemente en este caso, bastante fiel. Incluyo aquí las seis que mejor recuerdo y son de autores diferentes. Más adelante iré poniendo una muestra de fábulas de éstos y de otros autores conocidos o poco conocidos.

Puede escucharse mientras 
se sigue el texto en el 
vídeo que figura al pie






LA AMETRALLADORA

Con esta ametralladora,
dijo el sabio Sisebuto,
mil disparos al minuto
y sesenta mil por hora

¡Qué gloria será la mía!
si esta máquina potente
llega a matar...buenamente
un millón de hombres al día

proclamarán su bondad
en las más lejanas tierras
y así acabarán las guerras
¡¡¡Y TAMBIÉN LA HUMANIDAD!!!

Ossorio

ELGUSANO DE SEDA Y LA ARAÑA

Trabajando un gusano su capullo,
la araña, que tejía a toda prisa,
de esta suerte le habló con falsa risa,
muy propia de su orgullo:

«¿Qué dice de mi tela el seor gusano?
Esta mañana la empecé temprano,
y ya estará acabada al mediodía.
¡Mire que sutil es, mire que bella!...»

Y el gusano, con sorna, respondía:
«¡Usted tiene razón; así sale ella!»

Iriarte


LA CARAMBOLA

  Pasando por un pueblo un maragato
llevaba sobre un mulo atado un gato,
al que un chico, mostrando disimulo,
asió la cola por detrás del mulo.

   Herido el gato, al parecer sensible,
pegole al macho un arañazo horrible;
y herido entonces el sensible macho,
pegó una coz, y derribó al muchacho. 

«Es el mundo, a mi ver, una cadena, 
do rodando la bola.
el mal que hacemos en cabeza ajena,
refluye en nuestro mal, por «carambola».

Campoamor


LA MONA

Subió una Mona a un nogal,
y cogiendo una nuez verde,
en la cáscara la muerde;
 lo que le supo muy mal.

Arrojola el animal,
y se quedó sin comer.

Así suele suceder
a quien su empresa abandona
cuando halla, como la mona,
un principio que vencer.


Samaniego






LAS MOSCAS 

A un panal de rica miel 
dos mil moscas acudieron; 
que, por golosas, murieron 
presas de patas en él. 

Otra dentro de un pastel 
enterró su golosina. 
Así, si bien se examina, 
los humanos corazones 
perecen en las prisiones 
del vicio que los domina.

Samaniego




Los gatos escrupulosos
Esta fábula y sus dos 
protagonistas me 
inspiraron un cuentecillo 
que puede leerse AQUÍ

¡Qué dolor! por un descuido,
Micifuz y Zapirón
se comieron un capón
en un asador metido.

Después de haberlo lamido,
trataron en conferencia
si obrarían con prudencia 
en comerse el asador.

¿Lo comieron?, No señor,
era un caso de conciencia.


Samaniego












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