PÁGINAS RECOMENDADAS

miércoles, 7 de febrero de 2024

El perro y la zorra

H
e publicado aquí diversas fábulas de: Esopo, Fedro, La Fontaine, Campoamor, Iriarte, Samaniego y otros. A falta de otros cuentos que llevarme a la boca, perdón, al blog, voy a publicar algunas fabulillas de mi cosecha. Comenzamos hoy con una de ellas.






EL PERRO Y LA ZORRA

Puede escucharse mientras 
se sigue el texto en el 
vídeo que figura al final


Un perro, al que sus desalmados dueños habían abandonado en la carretera por irse de vacaciones, se internó en el monte buscando algo que comer, ya que estaba muerto de hambre.
Buscando y buscando se encontró un trozo de carne junto al tronco hueco de un viejo árbol y, ya iba a hincarle el diente, cuando una zorra se le acercó y le dijo:
- No pretenderás comerte eso ¿Acaso has perdido el olfato? ¿No notas como huele?
- Sí que huele mal, pero ¡Tengo tanta hambre!
- Creo que tú estás habituado a comer otras cosas y estoy segura de que eso te va a sentar mal y será peor el remedio que la enfermedad.
- ¿Y ¿Qué hago? Ya casi no tengo fuerzas.
- Mira. Un poco más allá hay una casa y seguro que un perro encuentra algo de sobras de comida. Yo iría, pero a una zorra seguro que la reciben a tiros.
El perro marchó en dirección a donde la zorra le había indicado; y sí, había una granja. Pudo, en el estercolero, calmar su apetito con unos mendrugos de pan que habían tirado, aunque tuvo que disputárselos a las gallinas.
El granjero acudió con la escopeta, alarmado por el cacareo, pensando que había entrado una zorra; lo vio y, como era un buen perro de raza, lo llevó con otro perro que tenía, lo lavó y le puso de comer un buen cuenco de pienso.
Mientras tanto; la zorra, que había engañado al perro para comerse ella aquella carne maloliente, había dado buena cuenta de ella y, al poco rato se estaba retorciendo de dolor. Aquella carne, no sólo estaba en malas condiciones, sino que era un cebo envenenado que un criminal había dejado allí.

Hay ocasiones en que, a quien pretende engañarte, le sale el tiro por la culata y encima te hace un favor.