¿Cómo es que las zapatillas de
cristal de Cenicienta no se desencantaron como todo lo demás?, ¿qué tamaño
puede tener un gigante?, ¿por qué el Gato con Botas se encontró con Shrek?,
¿pudo volver a dormir de nuevo la Bella Durmiente?, ¿dónde fueron a parar las
botijas con las tres hijas de aquel rey?, ¿y los niños de Hamelin?, ¿por qué
siete enanos vivían en una casita en lugar de vivir bajo la montaña?, ¿de qué
modo llegó el barco pirata y su capitán a los mares de Nunca Jamás?, ¿y los
Niños Perdidos?.
Todas estas preguntas, y otras más,
tienen respuesta en el libro "En el Mundo de los Cuentos". Porque hay que ser curioso, mirar más allá de
la pura anécdota que relatan los cuentos, y buscar una explicación a lo
inexplicado. A partir de aquí, cada cual puede hacerse sus propias preguntas.
¿QUÉ SON LOS TRASCUENTOS?
Todos conocemos esos cuentos clásicos, los cuentos
de siempre; pero es evidente que resultan, como todos los cuentos, un relato
cerrado y completo pero, fuera de la peripecia que nos relatan, lo desconocemos
prácticamente todo.
Sabemos que suelen acabar - salvo raras excepciones
-, viviendo felices; todos excepto las perdices y los personajes malos que
siempre salen perdiendo, pero ¿qué sabemos de los antecedentes - para hacer
moderno, "precuelas" - que
dieron pie a la narración en cuestión?, ¿qué sabemos de las consecuencias o
secuelas de los hechos que el cuento narra?, ¿qué sabemos de otros hechos
simultáneos a la acción que la determinan o son influidos por la misma?, ¿qué
sabemos de las vicisitudes previas o posteriores de los personajes principales
o secundarios, al margen de lo que aparece en el relato básico?.
Todas estas preguntas y muchas más nos podríamos
hacer y no hallaríamos respuesta. Pues bien, los trascuentos vienen a cubrir
este vacío, y pretenden explicar o complementar hechos y actitudes que aparecen
en el relato básico, y dar respuesta a estas preguntas o, por lo menos, ampliar
el marco de referencia, permitiéndonos otra visión de los hechos que se narran,
o de la personalidad de los que protagonizan la acción y que, normalmente, pasa
desapercibida.
Los trascuentos, como fácilmente se puede deducir,
intentan desvelar algo de ese todo que se encuentra oculto “tras cuentos” tan
conocidos.
Por fin, unos años después de que me regalaras el libro, he podido leer los trascuentos a mis nietos, pues ya tienen edad. Todo un éxito. Han escuchado atentamente, se han situado enseguida en el entorno del cuento clásico correspondiente y han disfrutado ..... y yo también. Te felicito. Un saludo cordial
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