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miércoles, 17 de enero de 2018

Las Notas del Dr. Hexápodus desde 30 Nivoso

 Ya, de regreso en la Base, la
nieve retiene al Dr. enclaustrado
en espera del momento apropiado
para partir de regreso a Arsix



LAS NOTAS DEL Dr. HEXÁPODUS





 
EL CUADERNO
    

(Desde 30 Nivoso)
  

30 Nivoso
Recogidas las mochilas nos ponemos en marcha, la bajada era menos fatigosa pero de mayor riesgo, así que calculé que íbamos a tardar aproximadamente lo mismo que al subir y que tendríamos que hacer noche a media altura en nuestro anterior campamento.
Un desprendimiento de nieve y rocas nos complicó aún más el descenso, pero no hubo más incidentes y, a media ladera, encontramos la tienda que nos había servido a la subida para descansar y refugiarnos del frío, así como el resto de la impedimenta.
Mientras yo ordenaba el material, Lupi encendió el fuego, fundió nieve de la más limpia en un recipiente calentando el agua y disolvió unas cucharadas de ese polvo blanco que llevábamos para la expedición y que daba lugar a una leche muy sabrosa y nutritiva, la acompañamos mojando unas galletas. Cenando al amor de la lumbre aprovechamos para hacer planes sobre el regreso y la mejor manera de guardar nuestros secretos. Vamos a hacer noche en la tienda, al abrigo del viento helado, y más confortablemente que la noche anterior.
1 Diluvial
Finalmente, sin nada que resaltar, llegamos a última hora a nuestra gruta. Wolf nos recibe alegre, ha acabado el pienso que le habíamos dejado, pero muy cerca puedo descubrir los restos de un lagarto de buen tamaño. Se ve que ha tenido hambre y ha salido a cazar, de modo que le abro un recipiente de carne. Parece ser que por aquellos montes sobrevivió una especie de reptil a la catástrofe. Adagio ha ido saliendo por su cuenta al exterior y ya hay un amplio espacio alrededor libre de nieve y también libre de hierba.
Volvemos a encender la hoguera, reponemos las antorchas consumidas desde que salimos y planificamos el viaje hasta la base. Los caminos aún están transitables y, de momento, no amenaza nieve pero es mejor salir cuanto antes, o sea mañana bien temprano. Cargamos todo, menos lo imprescindible para esta noche y el desayuno, cenamos un buen plato de guiso de cordero bien caliente porque ya hemos malcomido bastante en la montaña.
Quemamos, como siempre, los recipientes para no dejar ningún rastro. Nos vamos a dormir pronto porque mañana madrugaremos.
2 Diluvial
Abandonamos nuestro refugio, nos esperan unas pocas jornadas para regresar a la base y espero que el tiempo se mantenga estable. A partir de ahora, a no ser que tengamos algo excepcional que comentar, no voy a tomar nuevas notas porque vamos a volver por la misma ruta y veremos los mismos lugares.
3 Diluvial
Atravesando las ruinas del poblado, que se llamó Dawn en sus buenos tiempos, tropecé con un cascote que casi me hizo caer. Tuvimos que hacer una parada para ponerme linimento y aplicar un vendaje al tobillo izquierdo que, afortunadamente, no presentaba herida ni se me había roto nada, pero me lo había dislocado ligeramente y me dolía al caminar. Llevábamos en el botiquín todo lo necesario, la crema, que debía ser analgésica, antiinflamatoria y anticoagulante local, me calmó de inmediato el dolor y, al poco, ya me encontraba mejor. No me molestaba nada para seguir caminando, aunque cojeaba, y así lo hicimos de momento. Ya veríamos si me acababa de salir hematoma luego, pero aparentemente la cura estaba resultando muy eficaz. De todos modos Lupi, tan pronto el camino lo permitió, me hizo subir al pescante mientras él iba a pie conduciendo a Adagio del ronzal y haciéndole pasar por las zonas más practicables.
Todo esto nos ha retrasado algo y hemos llegado a la otra cueva, que a la venida nos sirviera de refugio, ya oscureciendo.
4 Diluvial
En la cueva vamos a hacer noche, la revisamos y descubrimos los restos del paso de Andalio por allí y, por las cenizas de la hoguera, nos llevaba tres días de ventaja. Espero no encontrarlo por el camino.
Compruebo cómo llevo el pié pero no aprecio hematoma y el dolor, si no me toco, ha desaparecido, no obstante me vuelvo a untar de crema y lo vuelvo a vendar para dormir esta noche. Mañana haré lo mismo para reemprender el camino porque habrá tramos en los que tendré que echar pie a tierra.
5 Diluvial
Siguiendo la misma ruta de vuelta pasamos por el Valle de los Patos, como yo le acabé bautizando. Lupi creo que le llamaba Sector 12 Sur. Wolf volvió a hacer lo mismo que la vez anterior y nos trajo un conejo que, junto con otro pato que cazó Lupi y media docena de truchas, nos servirá para cenar hoy, comer mañana en la base y aún sobrará para Wolf.
Llegamos al pie de la puerta de la cueva ya anocheciendo y Lupi trepó por la ladera para acceder por la puerta de emergencia y abrir la rampa. Una vez abierta entramos, solté a Adagio y Lupi apareció con un saco de pienso y un cubo de agua. Cuando entramos al comedor, Wolf se dirigió hacia su habitáculo y yo le abrí la puerta, comprobé que aún quedaba pienso, a estas alturas yo casi era uno más en las rutinas de la base y me iba encargando de ciertas responsabilidades. Mientras tanto Lupi se dispuso a preparar la cena.
En mi cuarto, finalmente he podido quitarme aquella ropa, muy útil en el exterior pero incómoda allí dentro, me acabo de dar un buen baño y, ya en pijama, después de comprobar que el pié estaba bien y volverlo a vendar, salgo a cenar esperando que Lupi no se sienta molesto por cenar en ropa de dormir. De todos modos, mientras se estaba haciendo la cena, Lupi también se había ido a su cuarto y había hecho lo mismo que yo, nos hemos reído un rato y después cenamos. No teníamos muchas ganas de andar arreglando el pato y el conejo, que hemos dejado para comer mañana, pero ha cocinado unas truchas al horno que estaban para chuparse los dedos.
Tras escribir estas pocas notas, me voy a meter en esta cama tan mullida, que ya hace días echo de menos.
6 Diluvial
Esta mañana amaneció nevando, medimos cinco centímetros a la puerta de la cueva y la nevada iba arreciando. Esperemos que en breve se despeje y pueda emprender el regreso a casa. Aprovechamos el día en dejar rematada la estrategia a seguir y las precauciones a adoptar, a fin de mantener todo lo descubierto en el más absoluto de los secretos. A última hora de la tarde comprobamos que la capa de nieve alcanza ya los cincuenta centímetros y no se ven perspectivas de que el temporal vaya a remitir.
Aparte de ir pasando material de esta libreta a otra nueva, tengo que encontrar alguna cosa en que ocuparme. Lupi está muy atareado en sus criaderos y casi no le veo en todo el día, nada más que a las horas de comer. Merodeando por la biblioteca descubro en un rincón un armario de doble puerta que aún no había tenido ocasión de revisar. Mi sorpresa fue enorme al abrirlo, porque contenía una amplia pantalla en el centro, unos grandes altavoces situados en la parte interior de cada una de las puertas y diversos aparatos para mí desconocidos.
En unos enormes cajones, que ocupaban la parte inferior del armario, había numerosos estuches conteniendo unos discos de apariencia metálica como de un palmo de diámetro, variados estuches conteniendo cintas de diversos tamaños y formatos y recios sobres conteniendo otros discos negros, como de plástico, en tres tamaños diferentes. Y las estanterías que, desde lo alto de la pantalla, llegaban al techo, una enorme cantidad de estuches que curioseé pero volví a colocar en su mismo lugar. Se trataba de estuches o fundas de cartón, bellamente decorados con temas muy variados, con textos que indicaban su contenido y más cosas que no llegué a leer, y en su interior había unos discos de una especie de plástico negro de más de un palmo de diámetro y con un agujero en el centro. Recordaba haber visto algo de esto en algún anticuario y en el Museo Histórico Nacional Sanduliano.
Consulto con Lupi y él, que se conoce todos los equipamientos de la base al dedillo, me explica cómo hacer servir los reproductores de imagen y sonido. Quedo asombrado por lo que he descubierto en aquellos cajones y estanterías y me parece que, aunque las nieves nos sigan bloqueando mucho tiempo, no voy a estar ocioso ni aburrido.
7 Diluvial
En las colecciones de audiovisual, muy extensas en temática, me centro en los temas que a mi más me interesan y descubro unas series de discos que llaman poderosamente mi atención. Se trata de:
Vida Salvaje.- Editado por Ecoglobe
Animales Amigos.- de Domestic Life
Pequeña Fauna.- de Microfauna
Aguas y Vida.- de Sealand
Me enfrasco en la visualización de estos grandes reportajes, más bien Enciclopedias de Biología, que dejan empequeñecida mi base de conocimientos de la antigua Fauna que había adquirido en la Universidad y en los libros. Aquí podía ver a los animales en acción y en su medio con todo lujo de detalles. Mi gran memoria fotográfica, de la que suelo hacer gala, se va a llenar a rebosar con toda esta información y eso me va a llevar días.
Por lo que se refiere a los discos negros y grandes y otros de los más pequeños, prácticamente todos contienen música, una gran variedad de músicas que no me llaman la atención, se nota mi formación científica y no de humanidades. Por eso me he centrado en los reportajes de Naturaleza, aunque también los hay de Historia, Geografía, Turísticos, de Ficción, reportajes de Guerras y otras cosas que más vale no mencionar.
15 Diluvial
Por fin han quedado despejados los caminos, pero los arroyos bajan muy crecidos y los senderos, aunque ya sin nieve, se han vuelto intransitables. Así que aquí la vida transcurre apaciblemente y ya voy dando remate a las series audiovisuales y algún que otro reportaje que he ido descubriendo en aquellos enormes archivos. Entre ellos unas grabaciones conteniendo los discursos del Emperador Altius III vendiendo a la población su famoso proyecto Novedulis, y otros discos con instrucciones de los Regenarios para el mantenimiento de las bases y la planificación de las técnicas de repoblación. De todos modos será cuestión de ir haciendo planes para la marcha y preparar provisiones.
Durante estos días pasados, Lupi ha emprendido dificultosamente una salida hacia sus zonas de cría y ha rescatado de la nieve y el hambre a unos cuantos ejemplares de ovejas y vacas. Regresó derrengado y ha estado descansando durante dos días, pero ya ha reiniciado sus agotadoras jornadas arriba y abajo.
20 Diluvial
Los arroyos ya han bajado su caudal y el tiempo aparece soleado y sin previsión de lluvias. Comenzamos a preparar los víveres para la marcha. Hago una selección de los platos que más me gustan y se envasan en esos contenedores que Lupi denomina “criovac”. Otros alimentos que no soportan el vacío, se envasan en una atmósfera de nitrógeno puro. De los víveres que traje en mi viaje de llegada queda muy poco, ya que buena parte se la tuvimos que dar a Andalio Router, y como no conviene que los comestibles y envases de la base lleguen a Arsix, tengo que consumir éstos antes y quemar los envases, reservando los pocos que me quedan del anterior viaje para el último tramo hasta llegar a la ciudad. Pero, de todos modos, puedo cazar o pescar algo por el camino tal como hicimos a la llegada, así que las provisiones no me van a faltar.




 

(Si queréis ampliar conocimientos o aclarar dudas podéis consultar los anexos publicados anteriormente)


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