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miércoles, 31 de enero de 2018

Las Notas del Dr. Hexápodus desde 3 Eolio


 Y aquí acaban las aventuras conocidas del Dr. Hexápodus. Hay exploradores que se han empeñado en el descubrimiento de la base; aunque, dado que han transcurrido más de cien años desde la desaparición del Dr, tanto de él como de Lupi no debe quedar el más mínimo rastro. 


LAS NOTAS DEL Dr. HEXÁPODUS



 

EL CUADERNO
    
(Desde 3 Eolio)
 

3 Eolio
Afortunadamente, el camino que faltaba hasta Arsix es ya muy claro y sin incidencias; así que, tras una aburrida jornada, sin nada que destacar, aparte de tener que reprimir unas irresistibles ganas de desandar lo andado y regresar a la base, donde tantos buenos ratos pasé, llegamos a última hora a la ciudad. He dejado a Adagio y la carreta en una cuadra de alquiler y me alojo en el mismo, único, destartalado, y viejo hotel de la ciudad en que lo había hecho a la llegada. Me parece una eternidad, aunque no hace tanto tiempo; pero, por fin, he podido darme una buena ducha y cenar algo caliente aunque ahora me resulta poco apetecible.

4 Eolio
He vendido, con mucha pena, a Adagio y la carreta. Me los habría llevado a Sandulia pero es imposible transportarlos, no hay ningún medio apropiado, y hacer el viaje con ellos me llevaría demasiado tiempo y ya estoy deseando llegar a mi casa, mi sillón y mi laboratorio.
Tomo el Ciclobús a Sandulia y ahora me esperan días de pedaleo y aburrimiento, aunque he tenido que pelearme con un pasajero que se había apropiado del espacio necesario para mi equipaje. Él llevaba tantos paquetes y bolsas que no le cabían encima de su asiento, pero eso era su problema y no el mío. Yo había vendido en Arsix también la carpa y hasta el material de escalada, así que llevaba lo justo. Fue tal la trifulca que tuvo que intervenir el conductor y le obligó a desalojar mi espacio. Además, como había plazas libres, le hizo colocar el exceso de equipaje en una de ellas y le cobró una segunda plaza. Me imagino la cara que pondrá al llegar a su destino cuando le cobre la tarifa máxima por esa plaza adicional, ya que el equipaje no puede pedalear.

11 Eolio
He llegado por fin a casa. Garfio me recibe como nunca lo ha hecho. Veo en él un cariño impropio de un gato y ha desaparecido aquella mirada inquietante. Se ve que la soledad hace milagros. He hecho una compra rápida en el Comercado de lo más esencial. He preparado unas rodajas de ossobuco de zancodio en salsa de brie, se relame mientras lo preparo y los compartimos, dando buena cuenta de lo que le pongo en su plato.
Estoy cansado del viaje, dejo esparcido por la sala el equipaje que llevaba, excepto un paquete de ancas de megafrog al vacío que compré en Arsix y que guardo en el conservador para una ocasión especial.
Me voy a dormir y mañana será otro día.

12 Eolio
Me he levantado tarde, sólo porque Garfio se ha subido a mi cama y se ha puesto a dar saltos; que si no, hoy no me levanto. ¡Qué le vamos a hacer!, tengo que guardar mis aparatos, fragmentos del muro de sílice, ropa de repuesto, libretas etc. Y trabajar en mis notas.
Este viaje ha sido de lo más apasionante, ¡lastima que tenga que guardar todo en secreto!, pero es mejor así. Tengo que deshacerme de este cuaderno, pero pienso que sería una pena que generaciones venideras se perdieran mi experiencia por los Montes Áureos. Finalmente decido ocultarlo, tras copiar en otra libreta todo lo que no tenga relación con ese viaje. Todas las notas de este cuaderno que no hacen referencia a este último viaje, a Lupi, la base y las urracas diamantíferas las voy a pasar a uno nuevo y ahora voy a poner a salvo este viejo cuaderno, ya agotado, en lugar seguro para que nadie lo pueda descubrir, al menos hasta dentro de unos cien años en que espero pueda ser conocido sin peligro para los trabajos de Lupi.
Para mayor seguridad decido quemar el otro cuaderno en donde había hecho anotaciones más extensas sobre lo vivido en la base y donde se indicaba claramente su localización exacta pero, no sé por qué, no hice lo mismo con el plano que me había facilitado Lupi para el regreso.
Me entran unas enormes ganas de coger a Garfio, regresar a la base y ayudar a Lupi en su labor y, a duras penas, las consigo reprimir. Espero que no encuentren la base nunca, porque no se sabe el uso que se puede dar a lo que allí se oculta.
Así que dejo de escribir aquí y, por si sobre--ve a los siglos, dejo este m--saje para gene----ones ve----ras.
“El con-ci-iento es básico para la form--ión humana; pero, a ve-es, no se pu-de divulg--- todo lo --- se conoce, hay secret-s que ----------- ----------- debilida--s y ambi---nes que podría --------------y dañar al entorno o a los semej--------------------------
Y es por eso ----------- oculto -------------------- retazos-----------------inform------------------- e -----------


 

NOTA.- Hasta aquí, aunque con vacíos, casi se puede interpretar el mensaje que quiso dejarnos en estas últimas páginas, pero a partir de aquí las pocas hojas restantes están tan dañadas que se vuelven totalmente ilegibles.
Confiamos en que estas notas tengan la resonancia que nosotros creemos y que el Dr. se merece, y esperamos encontrar más datos sobre el Dr. Hexápodus para publicar un nuevo tomo.
La redacción






(Si queréis ampliar conocimientos o aclarar dudas podéis consultar los anexos publicados al inicio, a partir de: 


















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