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miércoles, 14 de marzo de 2018

Una momia especial



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El Doctor Arqueolio no daba crédito a lo que estaba viendo cuando, tras hallar la cámara mortuoria de aquella antigua pirámide inacabada, abrió la tapa del sarcófago. Era algo inaudito, un hallazgo sorprendente.
Había dedicado muchos años de estudios, exploración y excavaciones más o menos afortunadas, hasta que acabó dando con aquella tumba de un faraón poco conocido. Se trataba de Neferefre de la V dinastía, que acabó localizando en el extremo sur del yacimiento de Abusir. Y allí se hallaba, ante él, tal como lo depositaron en su tiempo. Alrededor; toda aquella cámara, estaba decorada con escenas de su reinado y numerosos jeroglíficos.
Tenía que estudiar a fondo todo aquello a ver si encontraba una explicación de lo que acababa de ver y que le había resultado de lo más sorprendente.
"Divino el poder de Neferefre" 
Rezaba uno de los jeroglíficos que adornaban la piedra que formaba el dintel de la puerta secreta.
Afanosamente se puso a descifrar todos los jeroglíficos en un intento de descubrir aquel hallazgo insólito
Acabó descubriendo que fue un faraón de corta vida, de muy poca salud, que había pasado su vida entre bronquitis y constipados, que en el palacio habían tenido que poner grandes pebeteros a fin de mantener una alta temperatura en sus dependencias, puesto que no soportaba el frío y sólo se encontraba a gusto en el cálido desierto. Padecía de fuertes episodios de tiritonas, sinusitis y estornudos. Y fue en uno de esos episodios de estornudos en el que, al darse violentamente con la frente en un friso, se partió la cabeza y falleció.
El Doctor Arqueolio comprendió entonces la razón por la cual aquella momia, en lugar de estar envuelta en finas vendas de lino, lo estaba en gruesas tiras de manta de lana para mantenerlo calentito en la otra vida.
Y es que la vida de un faraón, aunque alguien pueda creer que era una vida muelle, de boato y goces, también estaba sujeta a las enfermedades y debilidades propias de cualquier ser humano. En pocas palabras, que el ser faraón no era un momio, aunque se acabara siendo una momia.





EL JUEVES PRÓXIMO: El fantasma y Doña Pepita 
(si no se me ocurre otra cosa)

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